Hace solo una década, el pádel era un deporte poco conocido fuera de España y algunos países europeos. Hoy, en ciudades como Miami, Buenos Aires, Santiago, Ciudad de México o São Paulo, las canchas florecen en parques, clubes y complejos deportivos.
El crecimiento ha sido impulsado por múltiples factores: fácil acceso al deporte, formato entretenido y social, bajo riesgo de lesiones y un ecosistema de competencia inclusivo. A esto se suma el surgimiento de academias especializadas y la transmisión digital de torneos profesionales que inspiran a nuevas generaciones.
Además, la profesionalización del circuito en América ha permitido que surjan rankings regionales, torneos patrocinados y figuras que se convierten en referentes para jóvenes jugadores.